Para un aliento celestial de cinco estrellas. Una deliciosa y divina tableta dentífrica a base de sándalo para limpiar tus dientes y perfumar toda la boca.
Ingredientes:
Dicalcium Phosphate Dihydrate, Bicarbonato de Sodio, Ácido Tartárico (Potassium bitartrate), Glicerina, Lauroyl Sarcosine, Sándalo en Polvo (Fusanus spicatus), Caolín, Goma de Resina de Benjuí en Polvo (Styrax Benzoin), Vainilla en Polvo (Vanilla planifolia), Goma de Mirra en Polvo (Commiphora myrrha), Semilla de Hinojo en Polvo (Foeniculum vulgare), Ácido Cítrico, Sacarina de Sodio * Se da de forma natural en los aceites esenciales
Precio: 3,50€
Cantidad: 9 gr./40 pastillas
Compré este peculiar dentífrico por dos cosas: la primera y más importante, porque no tiene flúor, a los que nos gusta cuidar nuestro cuerpo buscamos siempre cosas que no nos hagan daño, y el flúor es una de las cosas que nos lo hace. He estado como dos años comprando dentífricos sin ese producto nocivo y, me encanta saber que no me estoy intoxicando (¡ni estropeando mis dientes!). El segundo motivo por el que lo compré fue, supongo que como la mayoría, por su formato en pastillas.
La primera impresión al meterme la primera pastilla fue algo así como "¿Pero esto a qué sabe?". No tiene una textura como a la que se está acostumbrado sino como granulada, como a sal. El sabor es totalmente a bicarbonato, aun así es agradable. Tiene un trasfondo como a los caramelos con los que hacían pulserillas de esas elásticas de cuando éramos pequeños, no está mala.
¡Pero OJO! ni se te pase por la cabeza tragarte lo de la boca ni por accidente, no es tóxico ni perjudicial, no te da dolor de estómago ni hay que llamar al instituto de toxicología ni nada por el estilo (no penseis mal), pero deja una sensación más que desagradable en la garganta.
El olor no es ni parecido al perfume sólido, como he llegado a leer por ahí. No puedo descifrar a qué huele, pero si puedo decir que de los cuatro dentífricos que he probado, es, con diferencia, el que más me gusta, de olor y de sabor.
En las instrucciones pone que mastiques la pastilla hasta que se deshaga, paseandola por la boca para luego cepillar los dientes... he de decir que no hay que masticar nada, la partes con los dientes y se deshace solita, eso si, espuma hace muchísima.
Otra de las cosas que leí es que deja los dientes super bien, super blancos, con aliento super fresco... Vamos, casi como un anuncio de chicles. Los dientes los deja como cualquier dentífrico, depende de como y cuanto los cepilles. El aliento... la pastilla no lleva nada como para dejar el aliento fresco, pero no lo deja con mal olor, sino a como huele la pastilla (aunque esto es más que obvio... jajajaja). En cuanto a que deja los dientes blancos... Sí, los deja increíblemente bien, yo no tengo los dientes amarillos, ni con manchas ni nada de eso, pero sí que he notado que han perdido ese tono ligeramente sombreado que empezaban a coger por culpa del café.
En resumen: Un formato super cómodo, olor agradable, espuma abundante, y sabor agradable, aunque no mata..
Sin duda alguna, volveré a comprar este dentífrico.
Nota: si eres de las personas que tienen facilidad para que te salgan llagas (ya sea porque te gusta mordisquearte las pielecillas de dentro de la boca, porque te muerdes accidentalmente o porque tienes la saliva ácida), te irá mejor que bien. El bicarbonato alcaliniza y por ende, te ayuda a mejorar esas heriditas.
Besitooos!! ;)
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